jueves, 29 de julio de 2010

Un paso adelante y dos atrás:

De una u otra forma todos nos hicimos parte de una proceso que no pudo ser concluido de forma 100% exitosa. Todos, de una u otra forma, compartimos el entusiasmo de ver mejoradas nuestras condicione de trabajo. Así también, nos alegramos por creer que era posible conservar el empleo de nuestros compañeros echados de una manera arbitraria, confusa, bajo un proceso extremadamente irregular, pasando a llevar -como ya es costumbre en esta empresa- sus derechos más básicos.Esto nos obliga ha hacer una autocrítica, sin ella, no podremos avanzar.
¿Qué nos paso? ¿Por qué no pudimos concretar lo que con tan altas expectativas promovimos por un par de semanas? Si bien por una parte fue un asunto administrativo lo que nos entrampó, el tema central del cual dependía su exito era el de la participación. Una organización de trabajadores que no se sustente a sí misma mediante la participación e interés de sus asociados no tiene posibilidades reales de tener éxito. La pura actividad de los dirigente no basta, estos deben ser un instrumento al servicio de las bases sindicales, son ellas las que deben sostener fuertemente el timón de su organización y mantener un control férreo de sus dirigentes. Toda organización sindical que no tenga claro eso sólo será caldo de cultivo para privilegios a costa de bases pasivas dispuestas a ser asistidas por la buena voluntad de sus dirigentes; ambas situaciones no prometen un mejor futuro a sus asociados.
Lo que esta vez falló fue la participación, no dejemos que esto nos vuelva a pasar. La posibilidad de mejorar nuestras condiciones de trabajo, de demostrarle a los patrones de que no somos lame botas de nadie, es nuestra responsabilidad.
Sin embargo ganamos un par de cosas. Muchos entendieron que no están sólos, que hay gente con ánimo de dar pelea, ampliamos nuestra noción de cuantos somos, donde estamos, de que somos muchos -más que ellos-, que compartimos problemas comunes, etc. Y todo eso es posible organizarlo para avanzar. A armarnos de fuerza, a juntar voluntades, a hacernos de una clara conciencia sindical.
¡¡¡Arriba los que luchan.!!!