El pasado 21 de Agosto nue
stro Sindicato tubo su primera manifestación pública.En el contexto de la desleal finiquito de los Monitores del Transantiago, le hicimos ver a los trabajadores el trato injusto y desleal de su empleador. Si bien este no realizaba nada directamente “ilegal”, abusaba derechamente de la precariedad laboral, de la desinformación de sus trabajadores y, finalmente, de la imperiosa necesidad de trabajar, en días que el desempleo raya el 10%.Para muchos esta era el segundo finiquito firmado frente a su nuevo contrato, al mismo tiempo que es cuarto contrato ya firmado. Esta practica demuestra lo que permite la ley de subcontratación, la flexibilidad laboral, etc. Los trabajadores, jóvenes en su mayoría, están a merced de sus empleadores, los cuales se esfuerzan por suprimir todo intento de protesta por mejorar las condiciones de trabajo, haciéndonos creer que son ellos los que nos hacen un favor, mientras que somos nosotros los que les damos de comer.Acá dejamos el panfleto que repartimos:Junge-Xinergia y su actividad desleal.
¿Por que nos finiquitan hoy? Difícil saberlo. Según nuestro contrato, este termina una vez que cese la prestación de servicios a la empresa mandante -en este caso Junge- pero como todos sabemos, esta, a su vez, sigue prestando servicios a Trasantiago basándose en una clausula de las bases de licitación que permite este tipo de extensiones.Por lo tanto, no nos queda mas que pensar que sólo se trata de el ya conocido abuso y trato unilateral de Xinergia. Y es que tal como lo hicieron en Febrero de este años, Xinergia no quiere trabajadores con derechos, quiere mano de obra barata y sumisa, sin goce de beneficios por lo que finiquita para re-contratar, saltándose el derecho a vacaciones, omitir la antigüedad y no permitir que a aquellos que lleguen a septiembre puedan gozar de su indemnización por año de servicio, etc. Así también, es una actitud disciplinante en contra de la organización de trabajadores, mediante el miedo y la inestabilidad colocan trabas a la organización. Es así como los empresarios se hacen cada vez más ricos y los pobres más pobres.Todo esto es lo que ha hecho la subcontratación: trabajos indignos e inestables para gente que merece mucho más que eso. Mientras Junge y Xinergia se reparten los $1.721.038.284 que salen del bolsillo de todos los chilenos, nosotros debemos estar al alero de sus arbitrariedades. Ellos, que comen a costa nuestra sólo dan migajas.No permitamos más abuso, el trabajo digno y estable es un derecho, no un favor de los patrones. POR LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES, ADELANTE, SÚMATE AL SINTRATEL
Sindicato interempresa nacional de trabajadores del transporte, las telecomunicaciones, servicios y afines.
