domingo, 1 de agosto de 2010

Llamado a la unidad de los monitores. Hacia un sindicato propio y representativo.


Los monitores del transantiago, así como los demás compañeros que realizan otros servicios para este nefasto sistema de transporte, padecemos de una misma realidad: el empleo precario, temporal, mal pagado y en condiciones que muchas veces vulneran los derechos más básicos de los trabajadores.

Este tipo de empleo, que se ha vuelto la norma para la gran mayoría de los trabajadores que no tiene una mayor especialización, es alabado por los empresario, mientras que afecta, como las peste, a los trabajadores. Obligados por la vida misma (por las deudas, por pagar nuestros estudios, o simplemente para mantener la olla parada) nos vamos dando cuenta de que estos “empleos temporales” se vuelven la regla para cierto sector de trabajadores que son tratados como de segunda categoría. Si bien cambia el patrón, las condiciones de trabajo se mantienen. En una suerte de festín solidario, los patrones se pasan de un lado a otro la mano de obra, como una mera mercancía, pasamos de mano en mano, sin poder acumular antigüedad (y los beneficios que trae), se nos limita el acceso a beneficios y a la posibilidad de mejorar nuestras condiciones de trabajo, de obtener un empleo seguro que nos de tranquilidad, a nosotros y a nuestras familias. La llamada “flexibilización laboral” es un eufemismo para ocultar el trato unilateral y déspota de las empresas que abusan de la necesidad de aquellos que sólo podemos trabajar para vivir.

Esta realidad, la viven, al menos, 1,7 millones de trabajadores, de un total de 7 millones, cifra no menor, sin embargo, ya hay varios de mujeres y hombres que, en condiciones similares a las nuestras, han logrado levantarse y empezar a dar coto a estos abusos. Los trabajadores forestales, del cobre y otros sectores pesqueros ya están organizados y dan importantes peleas por mejorar su calidad de vida, ¿por que nosotros no?. Si el empleo precario es norma, debemos construir nuestra propia organización y hacer de cada puesto de trabajo una lucha por mejoras sustanciales que, como personas dignas, nos merecemos.

Hoy es urgente construir un sindicato ínter-empresa que agrupe a los diferentes sectores subcontratados que trabajan para el Transantiago, esta es la única forma en que podremos revertir nuestra precaria situación.

Por un trato justo, por condiciones dignas.
No somos trabajadores de segunda categoría, somos trabajadores como cualquier otro.
Todos a formar el Sindicato de monitores y demás servicios subcontratados por Transantiago.